¿Quieres una isla en tu cocina?
Las cocinas con isla llevan tiempo en el punto de mira. Y no es casualidad: una isla bien diseñada puede sumar superficie de trabajo, almacenamiento y convertirse en el nexo de unión entre la cocina y el resto del espacio.
Una isla puede ser clave en cocinas abiertas, convirtiéndose en el elemento que fusione y dé consecución a los distintos espacios. Pero también puede ser una pieza esencial en cocinas cerradas, mejorando su capacidad de almacenamiento y aumentando sus áreas de trabajo.
Incluir este elemento puede ser una buena idea, siempre y cuando tengas el espacio suficiente para que sea una pieza funcional y útil. Para ello es imprescindible que puedas dejar un espacio libre de, al menos, 100 cm a su alrededor, que te permita abrir armarios o electrodomésticos sin problemas.
A partir de ahí, el resto es cuestión de encontrar el tipo de isla que mejor se adapte a tu cocina y a tu forma de vivirla.
Un punto de apoyo
Parte del triángulo de trabajo
Zona húmeda