Para una pareja que se embarca en la aventura de adquirir y personalizar su primera vivienda, los retos arquitectónicos y presupuestarios pueden ser considerables. Enfrentados al deseo de materializar su visión sin exceder sus recursos, encontraron soluciones ingeniosas para su cocina.

El desafío principal para esta pareja era tener una cocina funcional, con mucho espacio para almacenar y que, al mismo tiempo, fuera estéticamente agradable sin gastar de más.

La elección de combinar frentes de IKEA con los de CUBRO resultó ser una opción ideal para equilibrar costos sin comprometer la calidad. Se optó por una cocina lineal, complementada con una columna para almacenamiento y baldas abiertas que, además de funcionales, añaden un toque decorativo. Esta distribución de la cocina, abierta al comedor, se ve ampliamente beneficiada por la luz natural que entra por las ventanas, creando un ambiente claro y acogedor.

El contraste entre el WOOD Roble de los frentes CUBRO y las puertas KUNGSBACKA Blancas de IKEA, no solo resultó ser una elección rentable, sino que también ofreció un equilibrio estético. La combinación de la calidez del roble con la simplicidad del blanco produce una atmósfera acogedora, luminosa y, al mismo tiempo elegante, que se complementa con la encimera de Metal.

La pareja disfruta de una estancia que destaca por la practicidad y el estilo.