A una hora de Barcelona, donde se encuentran el mar y la montaña, reposa la masía de Stefan Keller, ingeniero, y Raya Hauri, arquitecta. Dos amantes de la naturaleza y el arte que encontraron en esta casa centenaria el refugio perfecto para sus pasiones y su escuela de equitación.
Trasladarse a esta masía, no solo representó un cambio de ambiente. Requerían de un espacio renovado que mantuviera la esencia histórica del lugar. Ansiaban habitaciones amplias, una cocina moderna y espacios multifuncionales que albergaran su vida diaria y laboral.
La reforma puso en primer plano la combinación entre lo tradicional y lo contemporáneo. Se optó por un enfoque sostenible, privilegiando materiales auténticos como la piedra, la cal y la terracota. Además, se rescataron elementos originales de la masía, desde ventanas hasta baldosas y losas de mármol, demostrando una profunda apreciación por lo auténtico.
La antigua cocina segmentada dio paso a un diseño abierto. Anexaron un pasillo y un almacén, convirtiendo esta área en el núcleo central de la vivienda. El LINÓLEO Smokey Blue es el protagonista de la estancia, otorgando un aire de sofisticación y contrastando con el lavabo de piedra original que se rescató durante la reforma. El linóleo, material ecológico y sostenible, se alinea con la visión de los “cuidadores temporales de la casa”, como prefieren ser llamados.
En el dormitorio, renovaron el tejado, reutilizaron vigas y tejas antiguas y se valieron de tejas de una fábrica vecina para mejorar el aislamiento. Muros de piedra y vigas de madera evocan la historia de la masía.
Esta renovación es una oda a la armonía entre pasado y presente. Stefan y Raya han creado un espacio que respeta la historia y que está adaptado a sus necesidades actuales, dejando un testimonio que refleja naturaleza, sostenibilidad, arte y belleza.