En una casa familiar de Mallorca, el amor por la cocina y el deseo de compartir momentos juntos inspiraron la creación de una cocina nueva, que debía ser práctica, funcional y estéticamente atractiva, utilizando materiales naturales y duraderos.

Para hacerlo realidad, se optó por una cocina de madera de nogal, conocida por su elegancia, color exquisito y veta ancha distintiva. Este material no solo aporta un toque de sofisticación, sino que también garantiza durabilidad y resistencia.

La cocina se diseñó con módulos amplios para ofrecer suficiente espacio de almacenamiento, un aspecto clave para mantener el orden y la funcionalidad. Además, se añadió una isla también en nogal y con encimera de cuarzo, que integra la placa de cocina y ofrece espacio adicional para ser usada como comedor.

La disposición de la cocina permite aprovechar la luz natural que entra por las ventanas que dan hacia el patio interior. Esto no solo hace que el espacio sea más acogedor, sino que también realza la belleza natural del nogal.

Con este rediseño, la familia ha conseguido un espacio cómodo y sofisticado, perfecto para preparar sus recetas favoritas y disfrutar juntos.