Este apartamento en Marsella tenía un objetivo claro: crear un espacio que pudiera ser su casa a tiempo completo, pero también adaptarse a futuras estancias más breves, a visitas de familiares y amigos, o incluso al alquiler si surgía una oportunidad profesional fuera de Francia.

Para responder a estas necesidades, el diseño debía ser versátil sin perder coherencia. La decisión clave fue desarrollar un eje central de madera que conecta la entrada con la cocina: una biblioteca a medida que no solo organiza el espacio, sino que también incorpora un sistema de puertas correderas en madera tintada. Así, el apartamento puede abrirse completamente o dividirse en dos dormitorios independientes según la ocasión.

Esta solución permite alternar entre una planta abierta, ideal para el día a día, y una distribución más privada y funcional cuando la situación lo requiere.

En la cocina, los materiales elegidos refuerzan esta idea de atemporalidad flexible. La combinación de WOOD Nogal  y LAMINADO Sand construye una atmósfera cálida y sofisticada, con sutiles referencias a los interiores de los años 50. La textura del nogal aporta profundidad y naturalidad, mientras que el tono sand aligera el conjunto y lo conecta con el resto del mobiliario.

El resultado es una cocina que se integra con elegancia en el espacio general, sin perder identidad propia, y que acompaña los cambios de uso sin necesidad de transformaciones radicales.

Más allá de los materiales o la distribución, lo que define este proyecto es la claridad con la que responde a una forma de habitar concreta: un espacio flexible, preparado para transformarse. La biblioteca, la cocina, los deslizamientos de los muros, todo participa de esa misma lógica: vivir bien, sin cerrar las puertas al cambio.