Un piso de 37m2 en Hamburgo acaba de ser renovado con un aire de los años 60. Con un balcón espacioso y grandes ventanas, está listo para dar la bienvenida a quienes lo habiten por primera vez después de los cambios.

El objetivo principal de la reforma era sacar el máximo partido al limitado espacio, lograr que las áreas se sintieran más grandes y utilizar al máximo la luz natural. La solución encontrada fue tan práctica como estética.

Se diseñó una cocina abierta en WOOD cerezo que da al salón, con muebles bajos y de pared permitiendo guardar muchas cosas y moverse con comodidad. Como complemento, se instalaron armarios empotrados también de madera de cerezo distribuidos estratégicamente, para potenciar el almacenamiento y tener todo ordenado.

Los acabados de los muebles en madera de cerezo dan al piso un aspecto cálido y acogedor, que además evolucionará con el paso del tiempo resaltando su belleza y tono rojizo. El diseño de la cocina y los armarios está pensado para que todo esté al alcance y el lugar se sienta abierto y cómodo.

La transformación de este piso lo ha convertido en un lugar funcional, donde se ha maximizado la comodidad y la calidez.