Para una persona que trabaja desde casa, su vivienda no solo es un lugar de descanso, sino también su oficina. En un bajo inundado de luz natural y con un patio reformado como jardín interior, se ha presentado el reto de diseñar un espacio óptimo para fusionar la vida diaria y laboral.

El propietario anhelaba una cocina versátil, fácil de mantener, que permitiera integrarse al resto de la vivienda y aprovechar la vista al jardín interior.

Se diseñó una cocina lineal con una isla central, cuya encimera circular engloba tanto la zona de cocción como el fregadero, brindando además un espacio cómodo de trabajo. En paralelo, se ha integrado un módulo de muebles altos que mantienen el espacio ordenado. La encimera de porcelánico, además de su belleza, destaca por su resistencia al uso diario y por ser fácil de limpiar.

También se ha incluido un elemento importante: una cortina azul, que puede desplazarse con facilidad, separando la cocina del comedor y salón. Al abrirse, unifica los ambientes, ofreciendo un espacio amplio, luminoso y con vistas al jardín.

Con predominio del blanco y toques de azul en acabado LAMINADO Blanco y Cadaqués, se logró una sensación de calma y armonía.

Con esta renovación, el propietario ahora disfruta de un ambiente que promueve la tranquilidad y la concentración con una elección de colores que evocan serenidad.