Tras la llamada de un amigo que le invitaba a renovar este local Manu Pages comienza la adaptación de un antiguo taller de tablas de surf para convertirlo en un estudio fotográfico en el barrio de Poblenou en Barcelona.

Se encontró un espacio listo para demoler. Con el entusiasmo de la inmediatez empezó a trabajar en lo que este espacio podría llegar a ser. Los principales desafíos eran la distribución. La eliminación de varios pilares fue crucial para liberar espacio para generar distancias diáfanas que permitiesen amplios tiros de cámara.

El amplio y luminoso espacio se equipo con grandes espacios de almacenamiento destinado a equipos fotográficos que pudiesen adaptarse a diferentes producciones.

La cocina se ubica en una sala alargada y se extiende en una línea de muebles bajos. Una distribución sencilla y muy funcional para el uso simultáneo de la cocina por muchas personas.