La reforma de este ático en Barcelona ha convertido un espacio convencional en un entorno minimalista y amplio. El propietario buscaba aprovechar al máximo cada rincón y tener una vivienda organizada.

La necesidad de crear un ambiente diáfano que ampliara visualmente el espacio fue primordial. Para resolverlo se eliminaron algunas particiones, creando una zona multifuncional que abarca salón, cocina y zona de descanso en un único espacio integrado.

La distribución se planificó con cuidado para alinear el mobiliario a lo largo de una pared del piso, ofreciendo soluciones de almacenamiento sin comprometer la amplitud. El mueble principal, diseñado en LACA blanco y tiradores ROUND, comienza como banco en la zona de estar, se transforma suavemente en la cocina, y termina como armario, satisfaciendo todas las necesidades de almacenaje con un mobiliario innovador y práctico.

El uso predominante del blanco tanto en el mobiliario, como en las bóvedas catalanas, junto con la luz natural que entra por la terraza, crea un ambiente luminoso que parece agrandar el espacio.

El resultado final es un espacio que irradia tranquilidad y orden, alineado con la visión del propietario. La transformación ha alcanzado una armonía perfecta entre funcionalidad y diseño minimalista.