Una pareja de arquitectos decidió embarcarse en su primera aventura de diseño y remodelar su propio piso de 90m2 en Valencia, experimentando con diferentes materiales, texturas y colores.

Querían aprovechar la entrada de luz natural, renovar los suelos de madera y reconfigurar la distribución de la planta para optimizar mejor el espacio.

Para lograr esta reforma, la cocina se ha ubicado en un punto de entrada de luz directo de las ventanas exteriores. El suelo original de madera, de corte clásico, ha sido sustituido por una rasilla cerámica de 27×13, que revive el arte artesanal valenciano y que se ha convertido en la protagonista del espacio. Por otro lado, la búsqueda de amplitud llevó a demoler algunos compartimientos, creando un ambiente abierto y fluido que se ajusta al estilo de vida de la familia.

Los acabados, aunque sencillos, se seleccionaron meticulosamente. Se ha elegido WOOD abedul, un tono claro que potencia la luminosidad y contrasta a la perfección con la cerámica en tonos terracota, irradiando calidez, armonía y continuidad en toda la estancia.

La distribución de la cocina es una mezcla de funcionalidad y diseño. Su estructura con nicho se complementa con una isla que, además de ofrecer una placa con extractor integrado, proporciona un espacio generoso para la preparación culinaria y para el almacenamiento. Este diseño, abierto al comedor y al salón, también permite apreciar las vistas panorámicas de la ciudad desde la terraza.

Ahora, la familia disfruta de un lugar que refleja su esencia mediterránea y brinda todas las comodidades para disfrutar del tiempo en casa.