Una familia con dos hijos se embarca en la renovación del espacio más preciado de la casa: la cocina. La cocina es el lugar donde cocinan diariamente pero también es un lugar de reunión. Es donde, muchas tardes, sus hijos hacen los deberes, es donde desayunan en familia los fines de semana y también donde reciben a sus amigos cuando hay visita.

Siendo un lugar con tanta importancia decidieron cederle un espacio muy amplio lleno de luz. La cocina debía ser extensa y cumplir todas sus necesidades: amplias zonas de trabajo en la encimera, un espacio de almacenamiento abierto, una gran isla y una zona separada destinada a la lavandería.

La cocina principal se distribuye en una sola línea donde hemos ubicado todos los electrodomésticos y el fregadero. Frente a esta línea una gran isla que sirve de apoyo durante el cocinado pero también de lugar de reunión. Otro de los grandes retos de esta reforma era el almacenamiento. Opuesto al frente principal ubicamos un módulo de muebles altos con un amplio espacio de despensa y donde poder guardar los elementos de limpieza. Como complemento funcional pero también decorativo, diseñamos una gran estantería de roble natural.

El acabado utilizado en todo el diseño es WOOD roble un acabado natural y muy potente que llena de personalidad y calidez el espacio. Para la encimera se ha elegido porcelánico en un tono arena neutro que aporta funcionalidad y un toque de contraste en el color.