En Madrid, una pareja con tres hijos buscaba un espacio tranquilo y minimalista lejos del ruido de la ciudad. Apreciando la compañía de amigos y familiares, querían un espacio que sirviera como un punto de encuentro perfecto que combinara elegancia y confort.

La familia necesitaba un diseño que reflejara la estética minimalista y moderna pero que aún contuviera espacios prácticos. La paleta de materiales debía ser natural, con colores neutros para crear un ambiente de relajación y tranquilidad.

Para satisfacer estas necesidades, se diseñó un espacio diáfano y acogedor, con un enfoque minimalista. Este diseño permitiría a la familia disfrutar plenamente de su hogar y proporcionaría un entorno ideal para compartir con sus familiares e invitados.

El uso del LAMINADO Sable y los acabados en WOOD Roble para los muebles proporcionó una sensación de calidez y naturalidad. Los tiradores SQUARE y la encimera porcelánica complementaron el diseño, aportando armonía y sofisticación al espacio. La calidad y resistencia de los materiales era una condición importante para esta gran familia ya que la cocina es el centro de la casa y va a usarse constantemente.

La cocina se distribuye en una zona de muebles bajos con una amplia zona de trabajo y donde se ubica la placa para cocinar. En paralelo, se ubica una gran isla que sirve de apoyo y es donde se ubica el fregadero. Una línea de muebles altos aporta una gran capacidad de almacenamiento.

La reforma ha resultado en un hogar que ofrece el confort que la familia buscaba, a la vez que se mantiene acogedor y cálido para sus visitas. Han logrado encontrar un equilibrio perfecto entre el estilo minimalista y la comodidad funcional, creando un espacio que invita a la calma y al disfrute en igual medida.