La cocina es un espacio clave en cualquier vivienda, donde se preparan alimentos, se comparte tiempo en familia y se viven momentos importantes. Para esta familia, la reforma de su cocina fue una decisión crucial para adaptarla a nuevas necesidades de amplitud y funcionalidad.

Buscaban un diseño que transformara la cocina en el centro de su vida diaria. Querían un espacio abierto y acogedor que permitiera tanto la preparación de alimentos como la convivencia familiar en un entorno moderno y práctico. El proyecto se centró en crear un ambiente abierto, luminoso y multifuncional. La cocina debía ser un lugar cómodo para cocinar y, al mismo tiempo, facilitar la interacción y el disfrute en familia. Los muebles, además de ser estéticamente agradables, debían ofrecer un almacenamiento eficiente para mantener el orden.

Con grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural, se eligió un color para los frentes que no cambiara mucho según la luz cambiante del día y la estación, manteniendo así una apariencia coherente y agradable en todo momento. La cocina cuenta con una isla central, ideal para reuniones familiares y recibir invitados.

El acabado en LINÓLEO Pistachio, para los frentes, junto con tiradores PILL, potencia la luminosidad y añade un matiz de color que enriquece el espacio visual. Este acabado, elegante y relajante, se combina perfectamente con la madera, creando un ambiente que transmite tranquilidad y confort.

El diseño de la cocina incluye una isla versátil que funciona como barra para desayunos y comidas rápidas, y es ideal para recibir invitados. Esta isla amplía el espacio culinario y fomenta la interacción y el disfrute en familia, convirtiéndose en el núcleo de la actividad en la cocina.