En Barcelona, destaca una vivienda singular: «La casa estrecha». Esta estructura, perteneciente al estilo tradicional «cases de cos», es el hogar de una madre y su hija, y su diseño plantea un desafío por su escasa amplitud.
Con apenas cuatro metros de ancho, la vivienda requería soluciones innovadoras para garantizar espacios cómodos y privados para ambas residentes, y al mismo tiempo, romper con la posible sensación de confinamiento.
La solución fue adoptar una distribución vertical. La planta baja se asignó a la madre, proporcionando un fácil acceso tanto a la calle como al patio interior. Las plantas superiores se destinaron a la hija, unificando en un mismo nivel espacios esenciales como cocina, sala, comedor y habitación. Adicionalmente, se creó un ambiente adicional en la última planta que sirve como sala de invitados y espacio de yoga.
Para maximizar el espacio y dar amplitud, se integraron circulaciones verticales en distintos niveles y se apostó por espacios diáfanos, donde variaciones en la altura del techo definían las áreas y sus funciones. Un detalle arquitectónico notable es la bóveda catalana en el techo, que agrega un carácter distintivo y local.
En cuanto a la distribución de la cocina, su diseño lineal está pensado para el uso individual. La elección de materiales, como el LAMINADO Blanco y el LAMINADO Caraibi, refleja la sencillez y autenticidad del diseño, resaltando detalles como los cantos de puertas y paneles.
«La Casa Estrecha» es el resultado de innovación y un diseño bien pensado. A pesar de sus limitaciones de espacio, esta renovación ha logrado ofrecer a sus propietarias un hogar cálido, funcional y con un toque moderno sin perder su esencia catalana.