En pleno centro de Madrid, una pareja ha decidido comprar y renovar un piso de 130m2, en el barrio que les vio crecer. Su amor por la música y las reuniones sociales con amigos demandaban una casa con espacios de ocio amplios y luminosos.
Una de sus principales necesidades era darle a la cocina un sitio privilegiado, ya que su ubicación original era oscura y aislada. En respuesta, se decidió trasladar la cocina a la entrada de la casa, convirtiéndola en el corazón de la vivienda y el foco de luz natural.
En cuanto al dormitorio, aunque carecían de espacio para un vestidor, requerían una gran zona de almacenamiento. Así, se diseñó un armario de suelo a techo que se extiende por el pasillo que conduce al baño, optimizando el espacio.
Los acabados escogidos reflejan la personalidad y estilo de la pareja. En la cocina, el roble natural WOOD con tiradores SQUARE, proporciona un tono cálido y elegante. El armario del dormitorio, en LAMINADO Blanco con los mismos tiradores, genera un ambiente ligero y apacible.
La cocina en L, con amplia encimera y capacidad de almacenamiento, se sitúa estratégicamente, conectando con el comedor por un lado y con el área privada por otro. Este diseño permite la convivencia y actividades simultáneas, ideal para los amantes de las reuniones sociales.
Tras la reforma, la pareja ha conseguido un espacio que fusiona estética y funcionalidad, reflejando sus gustos personales y su pasión por el ocio. La luz natural se convierte en protagonista, ofreciendo un hogar amplio y acogedor, listo para disfrutar de la música, el vino y las buenas compañías.