En Bilbao, una familia buscaba transformar un espacio de su amplia vivienda fusionando practicidad con la calidez y autenticidad de los materiales naturales.
Querían una renovación que ofreciera un espacio diáfano, funcional e integrado, donde las áreas se conectaran de manera fluida. Además, consideraban esencial el uso de materiales naturales que, al combinarse con tonalidades claras, potencian la luminosidad y armonía del espacio.
Para hacerlo realidad, se diseñó una cocina abierta al salón y comedor. Esta distribución permite a la familia disfrutar de múltiples ambientes de manera simultánea, facilitando la interacción y la convivencia. La cocina está compuesta por muebles altos en uno de sus lados, ideales para un almacenamiento vertical eficiente, y con muebles bajos equipados con varios cajones que maximizan la capacidad para guardar todos los utensilios.
Se añadió una península de generosas dimensiones, que invita a cocinar y compartir momentos en familia. Adicionalmente, se supo sacar partido a un rincón de la cocina incorporando un armario extra y una balda en madera, perfecta para adornos y detalles personales.
El mobiliario de la cocina destaca por el uso de WOOD nogal en paneles y frentes visibles desde el salón, generando una sensación de calidez y elegancia inigualable. El diseño se complementó con frentes en LAMINADO Blanco para crear mayor percepción de luminosidad y de amplitud. El toque final lo pone la encimera de piedra natural, que además de ser muy resistente, otorga un matiz de sofisticación.
Sin duda es un espacio que refleja las necesidades y gustos de los propietarios, donde disfrutan de un espacio que se ha diseñado cuidadosamente y que resalta practicidad y calidez en cada rincón.