Cocinas - LAMINADO Pale, Sable

Restaurar con diseño mientras el espacio se adapta a quienes lo habitan

En el sur de Alemania, un apartamento de principios del siglo XX ha sido renovado con paciencia y precisión por Samuel e Ines, una pareja formada por un ingeniero y una profesora. Lo que comenzó como la búsqueda de un lugar donde vivir juntos se convirtió —casi sin planearlo— en un proceso de transformación integral, llevado a cabo sin equipos externos y con una sensibilidad que equilibra lo funcional, lo emocional y lo estético.

El apartamento apareció casi por accidente. A pesar de no estar en sus planes embarcarse en una reforma, bastó una visita para reconocer el potencial del lugar: techos altos, luz natural, carpinterías antiguas y una distribución fluida entre espacios. Ese mismo día decidieron asumir el proyecto y empezar desde cero.

Con más de 100 años de historia y 116 m², el espacio conservaba elementos originales que supieron rescatar. Desde el primer momento, quedó claro que el piso necesitaba mucho más que una capa de pintura. 

A lo largo del proceso, Samuel e Ines apostaron por una estética que combina referencias mid-century con toques más contemporáneos. Su hogar se compone en un 90% de piezas de segunda mano: muebles rescatados en mercadillos, objetos encontrados en viajes y otros adquiridos con intención. Esta elección no solo refleja su compromiso con la sostenibilidad, sino también su deseo de habitar un espacio lleno de historias previas.

Los materiales elegidos —como la madera natural y los acabados expuestos— aportan calidez sin saturar. Un ejemplo clave es la cocina: un ambiente que originalmente recibía poca luz y que hoy se transforma gracias a una cocina en LAMINADO Sable con encimera en LAMINADO Pale. Fue la primera decisión de diseño, y aunque poco habitual, terminó definiendo el carácter del espacio. El tono amarillo suave de la encimera aporta claridad incluso en los meses más grises, mientras que los frentes en Sable equilibran con calidez y neutralidad.

Esta combinación mantiene una estética limpia y atemporal. Detalles como los cantos vistos en contrachapado y los tiradores con incrustaciones de madera elevan el conjunto sin exagerar, reforzando una sensación de sencillez bien pensada.

La distribución del apartamento, con tres estancias principales conectadas visualmente, ayudó a concebir un conjunto fluido. Obras de arte visibles desde varias habitaciones y una paleta cromática adaptada a la orientación y tamaño de cada zona contribuyen a generar continuidad sin rigidez. Uno de los rincones favoritos es el pequeño balcón cerrado junto al dormitorio, donde la luz suave y los sonidos del exterior marcan un comienzo tranquilo del día. Los fines de semana se disfrutan con desayunos largos en un entorno que refleja, pieza por pieza, quiénes lo habitan.

Proyecto:

Ines Gerstner

Fotografías:

Ines Gerstner