En las costas de Mallorca, una pareja extranjera encontró su retiro ideal en un dúplex con panorámicas al mar. Atraídos por la belleza insular, decidieron establecerse y convertir este espacio en su lugar ideal, priorizando comodidad y las deslumbrantes vistas.
La pasión por la gastronomía de esta pareja exigía una cocina que no solo fuera estética, sino también funcional. Necesitaban un espacio de cocción amplio y un almacenamiento adecuado, sin comprometer la entrada de luz.
La solución se materializó en una cocina lineal, equipada con muebles altos y bajos que maximizan el almacenamiento. La extensa encimera garantiza una experiencia culinaria sin restricciones, y los tiradores seleccionados personalmente aportan un toque distintivo y genuino al diseño.
Con acabados en LAMINADO Perle, se refleja neutralidad, equilibrio y serenidad, combinando a la perfección con el resto de la casa y con la armonía del exterior. Su distribución abierta hacia el comedor permite una transición fluida entre espacios y genera una sensación de amplitud.
Sin duda, la combinación de funcionalidad y diseño les permite disfrutar plenamente de su vivienda, cocinando y relajándose con el mediterráneo como telón de fondo.