En Silla, una pequeña localidad a las afueras de Valencia, se encuentra el corazón de Incusa, una empresa familiar con más de noventa años de historia dedicada al arte del curtido de pieles. En este enclave industrial que alberga toda su producción, uno de los edificios reclamaba una transformación profunda: el volumen que acoge sus oficinas centrales. La intervención no solo debía actualizar el espacio desde una mirada funcional, sino también reforzar el relato de marca a través del diseño.

La piel, alma de la firma, se convierte en hilo conductor de la propuesta. No solo está presente en piezas de mobiliario diseñadas a medida, sino también en elementos escultóricos como una gran cortina de piel que preside la recepción. Más allá de lo visual, estos recursos apelan a lo sensorial, permitiendo experimentar de primera mano la calidad del trabajo que define a la marca. La paleta cromática, dominada por tonos tierra, marrones profundos y matices rojizos, dialoga con los colores del curtido tradicional y refuerza la identidad del espacio.

Para contrarrestar la dureza del entorno industrial, se incorporaron elementos naturales de gran escala en el interior: árboles plantados en maceteros hechos a medida que aportan frescura, ritmo y una sensación de refugio. Esta voluntad de equilibrio entre lo técnico y lo humano se hace especialmente visible en la zona de descanso, concebida como un lugar amable para desconectar, tomar un café o mantener encuentros informales. Allí, uno de los gestos más sutiles y cálidos del proyecto cobra protagonismo: un coffee point revestido con el LAMINADO Brick tirador square Roble. Su textura, inspirada en los materiales nobles, se integra con naturalidad en la narrativa del espacio.

Este lugar de transición, también cumple una función expositiva, con una instalación donde se presentan los muestrarios de piel de cada temporada. El espacio se transforma así en un auténtico moodboard editorial: un escaparate vivo de la creatividad, la técnica y la artesanía que impulsan a Incusa desde hace casi un siglo.