Una familia ha transformado su segunda residencia en un espacio ideal para escapadas de fin de semana y vacaciones, con el objetivo principal de crear un área abierta donde la cocina también sirviera como sala de estar, fomentando la convivencia y mejorando las rutinas diarias.

El diseño se basó en el espacio existente, optando por una paleta de color y materiales naturales como el LINÓLEO Pewter y WOOD Roble en los tiradores SQUARE, aportando calidez. Centrándose en maximizar la utilidad del espacio, se incorporó una mesa central en la cocina para la preparación de alimentos y como punto de reunión para socializar logrando un ambiente funcional y acogedor.

La elección de materiales y acabados, junto con la atención al detalle en la madera, ha creado un ambiente tranquilo, relajado, donde cada elemento se integra armoniosamente en la vivienda, reflejando el estilo de vida de la familia.

La cocina se ha convertido en el centro de la casa, con una distribución mejorada que facilita la relajación y el disfrute del tiempo en familia. Es el lugar perfecto para cocinar, charlar y estar juntos.